Los jóvenes, los trabajadores más afectados por estrés, ansiedad y depresión
Uno de cada cinco días de baja que se registran en Euskadi son por salud mental
M. Navarro. EL CORREO. Lunes, 8 de mayo 2023.
Los jóvenes son el grupo de edad entre los que más están creciendo las bajas por salud mental. Sus ausencias en el puesto de trabajo son menos largas que cuando estas enfermedades impactan en personas de más edad, pero ya son el segmento de la sociedad entre el que más se está dando este fenómeno, que además crece más entre varones que entre mujeres, según las cifras de Fremap.
Detrás de esas incapacitaciones están la depresión, el estrés y la ansiedad como principales patologías. Instituciones Merino también atribuye parte del crecimiento de estas situaciones temporales al proceso de «desestigmatización» de la salud mental. «Se está entendiendo como una patología más y cuesta menos pedir ayuda», puntualiza.
Solo en el año 2018 -el último con datos oficiales disponibles-, el 8,3% de los jóvenes vascos de entre 15 y 29 años padecieron algún problema de ansiedad o depresión según el Observatorio Vasco de la Juventud. Antes de la pandemia, entre 2015 y 2019 creció un 5,2% el número de pacientes en la red de salud mental de Osakidetza y las consultas a este respecto aumentaron un 8,8% hasta superar el millón anual. Algunas entidades del tercer sector han elevado en el conjunto de la población esa prevalencia hasta cifras del 20 ó 25% de la sociedad vasca.
Uno de cada cinco días de baja que se registran en Euskadi son por salud mental
Los casos han aumentado un 30%, afectan al 3,5% de los empleados y el periodo medio alcanza las 102 jornadas
«Es importante que las empresas entiendan que detrás de un ambiente saludable en el trabajo hay un ahorro de costes. Es clave para la sostenibilidad de las compañías y del propio sistema público de la Seguridad Social». Así de contundente se muestra Olga Merino, coordinadora de Prevención de Fremap, cuando analiza los últimos datos que ha arrojado el estudio de salud mental y trabajo elaborado por la mutua. Un trabajo que, según datos a los que ha tenido acceso EL CORREO, dibuja un panorama laboral donde la salud mental ya es uno de los principales problemas del sistema: el 21,5% de los días de baja en Euskadi tienen tras de sí trastornos mentales.
El estrés, la depresión y la ansiedad son algunas de las patologías que han convertido este tipo de enfermedades en la segunda causa de incapacidades temporales. Ya afectan al 3,49% de los trabajadores de Euskadi y han crecido en un 31% en el conjunto de España a lo largo de los últimos seis años.
Las bajas por salud mental son, de hecho, las que tienen una mayor duración según este estudio. Cada empleado vasco que deja temporalmente su puesto laboral por un trastorno mental se pasa 102 días sin trabajar. Una cifra muy superior a la duración media de las bajas, que es de 37 días según los últimos datos anuales publicados por la Seguridad Social.
La estimación con la que trabaja la mutua es que cada baja por salud mental cuesta en España 4.000 euros de media. De ellos, 2.000 corren a cuenta de las empresas y otros 2.000 se cargan sobre la propia Seguridad Social. En Euskadi, la media del coste por empresa es de 2.387 euros, casi 400 por encima de la media nacional.
La depresión es, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, precisamente la causa del mayor número de bajas de más de dos semanas. Este mismo organismo ya dedicó hace dos años un estudio a la salud y su relación con el trabajo que arrojó que un 15% de los empleados dicen tener problemas de salud y la mitad de ellos lo achacan al trabajo.
Crítica a las mutuas
Es este asunto, la relación entre trabajo y patologías mentales, el que está ahora mismo en el punto de mira de los sindicatos. En los tribunales se han reconocido ya varios casos de enfermedad mental como accidente de trabajo, pero a ojos de Inko Iriarte, responsable de Salud Laboral de LAB, «eso solo se consigue cuando los sindicatos ponemos en marcha a nuestros equipos jurídicos para lograrlo».
La central codirigida por Igor Arroyo y Garbiñe Aranburu lleva ya un tiempo exigiendo una reforma en Osalan que le otorgue capacidades punitivas, porque «el 93% de los accidentes de trabajo se quedan sin sanción».
Desde ELA, Izaro Mugica señala como principal problema el «infra reconocimiento» del origen profesional de esos trastornos que atribuye a mutuas y empresas, pero también afea a las instituciones un «descontrol público» para hacer cumplir la prevención de unos riesgos psicosociales que «afectan a la salud y no se relacionan con el puesto de trabajo».
El coste de estas bajas para las empresas vascas es de 2.387 euros de media, casi 400 más que el promedio nacional
Las críticas también se extienden a las mutuas. Juan Carlos Cárdenas, de UGT, argumenta que son «juez y parte». «Se ha invertido la carga de la prueba; no hay presunción de laboralidad», sostiene el responsable de Salud Laboral del sindicato, que asegura que se está registrando un aumento de las consultas a este respecto.
Por su parte, Alfonso Ríos, máximo responsable de CC OO en esta materia, anima a acudir a los sindicatos, porque «si no te mandan a Osakidetza, como con una baja por contingencia común y punto». Sobre el origen de esta problemática, Ríos señala el trabajo por objetivos como uno de los principales factores: «Es una muy mala práctica y nadie se para a reflexionar si los objetivos son realmente factibles».